Esta es una receta que siempre he dejado pendiente, por eso que da miedo a preparar un suflé, que luego se baja, no sale, queda feo... pero esta receta de souflé de patata con parmesano nos ha encantado y veréis qué sencillo.

Soufflé en francés quiere decir literalmente inflado. La definición de suflé nos dice: ‘plato preparado con claras de huevo a punto de nieve y otros ingredientes, que al cocerse en el horno se infla y adquiere una consistencia esponjosa
El suflé de patata y queso solo tienen un inconveniente, al igual que el resto de los suflés: hay que consumirlos de inmediato, porque se van bajando. Precisamente estos de patata encuentro que son los más fáciles y los que menos se bajan, pero no se pueden preparar con antelación. Hay que planificarse.
INGREDIENTES: Para 2-3 personas, 200 gr. de patatas, 40 g de mantequilla, 2 huevos ,1 cucharada de pan rallado, 2 cucharadas de queso parmesano rallado y sal
ELABORACIÓN: Lavamos las patatas y se cuecen sin pelar en agua salada durante 35 min.
Las pelamos y se trituran con casi toda la mantequilla, la que nos queda es para untar los ramequines. Añadimos el queso rallado y la sal, movemos bien.
En un bol partimos los huevos separando las claras de las yemas, batimos las yemas y las añadimos al puré removiendo.
Ahora montamos las claras a punto de nieve, es mejor no montar las claras a punto de nieve muy duro, sino que queden con picos blandos. De esta manera se mezclan mejor, cuando lo tenemos incorporamos al puré poco a poco con movimientos suaves y envolventes.
A los ramequines untados con mantequilla, les ponemos un poco de pan rallado.
Repartimos el puré en los ramequines, y los horneamos entre 15 y 20 minutos hasta que suban y queden dorados. No abrir el horno para que no bajen.
Repartimos el puré en los ramequines, y los horneamos entre 15 y 20 minutos hasta que suban y queden dorados. No abrir el horno para que no bajen.
Se sirven inmediatamente, son muy versátiles pueden acompañar una carne o un pescado, o como entrante.