miércoles, 29 de enero de 2020

MANDARINAS CONFITADAS.


Hay muchas formas de confitar una mandarina, pero la que os voy a explicar hoy es muy curiosa. Este procedimiento lo vi recientemente en un documental sobre Chaoshan, una región de la costa este de China, que goza de un clima privilegiado y tiene una gran riqueza cultural.  

Como veréis es muy peculiar la presentación y el resultado es una mandarina totalmente caramelizada y muy jugosa.


INGREDIENTES: 3 o 4 mandarinas grandes de piel fuerte 400 gr., 1 kilo de azúcar.


ELABORACIÓN: Lavamos bien las mandarinas aunque sean ecológicas. Con el pelador cortamos la parte superficial de la cáscara de la mandarina. Es importante no romper "lo blanco" para que queden perfectas. Veréis que hay una mandarina que he dejado que no está bien pelada para que veáis la diferencia. 


Pondremos las mandarinas en remojo 24 horas, pasado este tiempo le hacemos 4 cortes sin llegar al centro de la fruta.

Para aprovechar la cáscara, la dejaremos secar sobre papel de horno, se puede utilizar la desidratadora, o aprovechar el calor del  horno  si ho hemos encendido para alguna elaboración. Si no se dejan que secan rápido. Las trituraremos en la picadora o termomix a máxima velocidad y obtendremos un polvo fino que nos servirá para condimentar nuestras elaboraciones. 

 

Al día siguiente, ya con nuestras mandarinas cortadas, las pondremos en un recipiente para el vapor y las tendremos 20 minutos al vapor, dándole la vuelta cada 5 minutos y aplastándolas suavemente para que tomen la forma.
Después del vapor las dejaremos secar 6 horas

Las pondremos en la cacerola para confitarlas, ponemos un poco de azúcar en el fondo, las mandarinas y lo cubrimos con azúcar.
 
Se deja cocinar tapado a fuego flojo sobre una hora, hasta que vemos caramelizada la mandarina. Se saca del almíbar y la dejamos escurrir. 


Si os atrevéis a preparar las mandarinas de este modo os daréis cuenta que es una magnífica golosina que hay que tomar dosificada. 








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