martes, 27 de julio de 2021

GAZPACHO SUAVE CON SANDÍA Y HORTALIZAS

¡Hoy no cocino yo!, aunque te guste la cocina, de vez en cuando gusta un respiro y hacer una escapadita a un restaurante, o simplemente que te releven en la cocina y tú sólo a disfrutar del menú.
Pues eso me ha pasado hoy, mi amigo Jesús Sánchez de Cocinabueno.com, se ha ofrecido para preparar este gazpacho que es una maravilla, plato insignia de Andalucía, de España y, sobre todo, de los meses de más calor —que, por suerte para los que vivimos en la zona sur de la Península, no son pocos. Hablamos del gazpacho andaluz. Fresquito y rico. Y, en esta ocasión, de un mejunje para quienes gusten de texturas y sabores más suaves. ¿La clave? Cambiar el papel de la sandía en el menú: del postre al entrante.


Según me cuenta Jesús, cuando planteó hacer la receta en su entorno familiar lo miraron con rareza. Desconfiaban de que aquel experimento tan veraniego resultara una frivolidad poco sugerente. Una combinación de sabores poco agradable, en definitiva. Puede que, en la teoría, lo fuera. A mí me ha encantado por eso no quiero que os lo perdáis.


Al final cuenta el veredicto de su familia…
(Artículo de invitado)

INGREDIENTES: *Para 3 raciones (personas).
-Un bol de tomate triturado (no frito).
-1/4 de sandía.
-Medio pepino.
-Tacos de pimiento verde (medio pimiento).
-Una tostadita de pan.
-Uno o dos dientes de ajo.
-Un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
-Otro chorrito de vinagre.
-Sal al gusto.


ELABORACIÓN:
Se trata de una receta fácil, rápida y sabrosa.

Pelamos el medio pepino. Hacemos también lo mismo con los dientes de ajo y con la sandía. En una madera troceamos el pepino, la sandía, el pimiento y el ajo (aunque no es fundamental picarlo todo bien picado).

Añadimos todo en un recipiente, listo para triturar y mezclar. Lo ideal es emplear una batidora de vaso —con su jarra y sus cuchillas, que nos facilitan la vida— (aunque también se puede usar una batidora de mano). Lo suyo es echar primero el tomate triturado, como base, y luego el resto de alimentos —uno a uno, con cuidado para que no salpique.

Tapamos la jarra de la batidora, la enchufamos si no lo está, y le damos caña de medio a un minuto —dependiendo de la suavidad que busquemos en la textura. En la batidora (yo, en concreto, uso este modelo que me ofrece buenos resultados), lo ideal es hacerlo a velocidad o potencia media.

Una vez listo, lo echas en un recipiente grande y lo dejas un ratito en el frigorífico. Eso hará que, si estás en los meses de primavera o verano, lo disfrutes el doble. Y, si te urge su consumo, una opción es echarle uno o dos hielos.

Cuando lo vayas a tomar, lo sacas 2 o 3 minutos antes de servirlo y ready: ¡al ataque!


Y sí. Te revelo que mi familia lo gozó de lo lindo.

Jesús Sánchez. Escritor y cocinitas

En cocinabueno.com

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