La cocina tradicional italiana siempre me ha interesado mucho, y entre los platos más desconocidos está La farinata, típico de la región de Liguria, en Italia, en realidad es un pan a base de harina de garbanzo (ceci), sin fermentar, además es apto para celíacos y aporta proteína vegetal, fibra, vitaminas del grupo B, y todos los beneficios del garbanzo.
Para temas de celiaquía se puede utilizar como base de una pizza, queda espectacular, o nos acompañará la farinata a modo de pan, para embutidos, queso, salazones…
INGREDIENTES: Para 3 personas, un molde de 28 cm, 100gr de harina de garbanzo, y 300 ml de agua (siempre la proporción es el peso de la harina de garbanzo, el triple de agua), sal, aceite de oliva AOVE.
ELABORACIÓN: Poner en un bol la harina de garbanzos y añadimos el agua, con el brazo de la batidora lo mezclamos bien hasta que lo veamos sin grumos. El recipiente lo tapamos bien y dejamos reposar 24 horas, en un lugar fresco.
Al día siguiente, movemos bien la mezcla, si tiene espuma la retiramos, le añadimos la sal.
Precalentamos el horno a 220º mínimo, con grill; yo lo he puesto a 285º, pero eso depende de cada horno.
Preparamos el molde de horno con aceite cubriendo la superficie, se suele utilizar una bandeja para pizza metálica.
Vertemos la mezcla en la bandeja y cocemos en el horno una media hora, según la cantidad de mezcla, hasta que la masa adquiera un color dorado.
Sacamos del horno dejamos reposar un poco y cortamos con un cortapizza en trozos grandes, y lo tenemos listo para servir.
Acompañamos con lo que más nos guste, unos embutidos, queso, jamón serrano, salchichón, jamón York, o de pavo, aunque con chorizo ... 👍🏻 Si lo hacéis decirme cómo os ha gustado más.
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