La carrillera o carrillada es un corte de carne en el cerdo y la ternera o buey. Corresponde a las partes grasas que se encuentran a ambos lados de la cara del animal “carrillos” y se clasifican como carne de casquería. Es una pieza carnosa de estructura gelatinosa, debido al abundante contenido de colágeno poseen y permite que pueda ser guisada o braseada. Son ideales para guiso, en cocciones muy lentas y prolongadas en el tiempo. El tamaño depende del animal, las de cerdo suelen pesar unos doscientos gramos. Las del cerdo ibérico resultan espectaculares.
Hoy las cocinaremos al estilo de la carne de monte, como si estuviéramos en Sierra Morena
INGREDIENTES:
- Medio kilo de carrillada de cerdo blanco, si encontramos ibérico "insuperable"
- una pizca de pimentón picante,
- una cucharadita de pimentón dulce,
- una cucharadita de pimienta, otra de orégano, otra de tomillo
- una hoja de laurel,
- un poco de romero ,
- sal
- tres cucharadas de tomate frito.
- Aove.
- tres dientes de ajo
- una cebolla.
Preparamos la carne, lavada en agua fría, escurrida, le quitamos los trozos de grasa que veamos mas bastos y troceamos. En una sartén ponemos el aceite y la cebolla troceada, la pochamos ponemos la carne, movemos bien y añadimos el resto de ingredientes, movemos de nuevo para mezcarlo bien y lo ponemos en la crock pot la primera hora en alta y las 3 o cuatro siguientes, según la carne en baja. No añadir ni agua ni caldo, se hace en su jugo.
Tradicionalmente el guiso se hace en olla de barro, así se cambia de la sartén a la olla de barro y se deja mínimo 2 horas a fuego lento cociendo en su propio jugo.
Emplatamos y servimos. Unas buenas patatas y una ensalada, es suficiente para acompañar. En esta ocasión hemos hemos redondeado el menú con unas alcachofas confitadas.
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