Hoy toca un postre, pero un
postre tradicional turco, baklava, esta deliciosa receta se remonta a tiempos
remotos, y actualmente su elaboración está definida por la Unesco como
patrimonio inmaterial de la humanidad en la
población turca de Gaziantep.
Los maestros de la pastelería turca “Güllüoglu” se consideran los reyes de la tradición.
Esta técnica de pastelería se basa en hacer una masa tan fina como una hoja, pasta filo, así las capas de masa que lo forman son tradicionalmente 33 en referencia a los años de vida de Cristo en la tierra.
En la receta básica se barnizan con mantequilla derretida y se esparce la nuez picada sobre ellas. Sobre esta se colocan otras láminas de masa filo, repitiendo el procedimiento y una vez conseguida la altura necesaria, el pastel se corta en triángulos de igual tamaño. La masa filo se humedece con agua, para luego hornear a 180 °C por 40 minutos hasta conseguir el dorado. Se retira del horno y se deja enfriar por 15 minutos. Luego se cubre con almíbar preparado con agua, canela, azúcar y jugo de limón. Se deja reposar durante una hora, hasta que se impregne. El baklava suele servirse acompañado de té o café.
Nosotros hemos utilizado la receta básica con un relleno de frangipane, franchipán en español, es una crema empleada en repostería, compuesta de crema de almendra que en cierto modo recuerda a nuestro alfajor.
No voy a dar más vueltas y vamos a la receta.
INGREDIENTES: Un paquete de pasta filo que son 250 gr, 8-10 hojas.
Podemos comentar cómo os gusta más y si tenéis otras sugerencias.
Para el frangipane: 1 huevo, 125 gr mantequilla, 125 gr azúcar glass, 125 gr almendra molida, 1cucharadita de harina, ralladura de limón y de naranja, 1 cucharada agua de azahar, y en esta ocasión he utilizado unos 50 gr. de nueces machacadas, pero con pistacho machacado también queda genial. Todo esto lo batimos y mezclamos muy bien hasta obtener una masa homogénea.
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º
Preparamos en un cuenco mantequilla derretida y una brocha de repostería. En una fuente de horno del tamaño aproximado de las hojas de filo, ponemos una hoja de papel de horno, y vamos montando.
Ponemos una hoja de pasta filo, le damos unas pinceladas de mantequilla derretida y un poco de azúcar normal salpicada, otra hoja, mantequilla y azúcar, otra hoja igual así hasta que lleguemos a la mitad de las hojas que tenga el paquete, como dice de 8 a 10 pues calculamos, cuando estemos en la mitad extendemos bien el franchipán, cubrimos con otra hoja su mantequilla el azúcar, hasta terminar con la última.
Normalmente se corta con un buen cuchillo en cuadros o según nuestra preferencia la pasta filo ya montada, pero yo la dejo sin cortar. Y al horno 40 minutos.
Al terminarla se baña con un almíbar ligero preparado con agua, canela, azúcar y jugo de limón.
Yo no se lo pongo por tener en la familia personas diabéticas, y claro, bueno está probar un poquito, pero no un exceso. Lo hago por prudencia pero si no hay problema se puede hacer con su almíbar y es espectacular la baklava.
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